Por: Maria Elena Rodriguez
Fecha de publicación: 24/01/09
Fecha de publicación: 24/01/09
Sí. Y no es un concepto nuevo.
Para que nazca una árbol, debe plantarse una semilla primero. Así el socialismo debería nacer primero dentro de los líderes nacionales, para que, según este testimonio, exista una conversión profunda en los líderes regionales y en los de cada comunidad.
El socialismo no es producido. No viene en frascos. No se puede tomar en pastillas y menos se consigue instantáneamente. Es un síntoma de una actitud política de aquel que piensa primero en el bien común, luego en el bienestar colectivo.
Yo, personalmente, acuso al Gobierno de no rodearse de gente socialista. Que ojalá al menos lo estuviera de personas con política de izquierda. Pero los izquierdistas se conocen, amigos. Los izquierdistas viven preocupados por la comunidad. Visitan los hospitales en caos. Asumen la miseria que existe para su labor social personal. El que verdaderamente es de izquierda da. Y no se puede ocultar esto. La mentalidad izquierdista y la vida de una persona socialista se ve a leguas. No necesita lupa.
El que es socialista en verdad sufre con el que sufre de la injusticia del sistema. Sufre, y da lo mejor de sí mismo. No sufre y se sienta en un escritorio todo el día, en una silla acolchada y con aire acondicionado. Eso, aunque no sea poco, no le basta. Sale a la calle a ver cómo hace algo por sí mismo. No vive vida de oficinista porque no lo es. Está porque quiere la justicia social, la necesita. Vive para ella.
Cumple con sus obligaciones sí. Para eso el Estado le paga. Pero no le basta con su trabajo, se da a sí mismo para lo que pueda. Esa, es la exigencia de quien en verdad conoce el sufrimiento del pueblo. De quien quiere hacer algo y lo hace. Saca el tiempo para hacerlo.
Pocos, debo decir con tristeza, muy pocos líderes socialistas asumen hoy día su compromiso con el pueblo. Se aislan de la realidad y esto le quita ojos a un Gobierno que, de izquierda, solicita a la población un cambio que en realidad sus propios líderes no están dispuestos a dar.
Dónde está entonces la labor social personal de cada uno de los muchachos del Gabinete. Dentro de los valores cotrarios a la política capitalista, el interés por el buen desarrollo de la comunidad trabajadora conlleva a la persona a proponer su propio sistema de vida como parte de la solución. Los socialistas no actúan entonces como dummies que portan carteles con sello publicitario de un socialismo que nisiquiera cubre su apariencia de máster consumidor.
Desde su ropa, su forma de hablar, y sobretodo sus obras personales nos dicen cuánto socialismo hay por dentro. Aquí se sabe quién es socialista y quién no, ya que lastimeramente, muchos que han llegado a puestos importantes tienen una foto de antes y una de después. ¿Eso es identidad de izquierda? Me temo que no.
El tiempo apremia. Reflexionemos entonces, dejemos la hipocresía de lado, enfrentemos la realidad, y hagamos. Salgan de su burbuja y entren en el corazón del que en verdad los necesita, para que enserio el socialismo les entre en el corazón y no en el modo miamero de vivir.