Así es: Teje teje mujer araña, teje teje,
buscando la forma de principiar el tono
de la rima que descifra sin que se aleje
del mensaje de aquella mujer sin trono.
Parada bajo el sol de la mañana fresca,
con titubeantes labios entrecomidos,
tejía si parar la anciana en una gresca
de hilos, dedos y deseos chancomidos.
La mujer araña, tejía, tejía sin detenerse
mientras balbuceaba a saber qué cosas,
que sentía a la gente pasar sin creerse
que fuera capaz de esas telas hermosas.
Así fue: ¡Teje teje mujer araña, teje teje!
corea al cielo como que un ángel fuera
y mira su oscuro mundo sin que festeje,
con los ojos de su alma, por su ceguera.
DANNTO
Danilo Castaneda