Los vértigos deambularán en todo tu derredor,
resonando mis frases vanas en tus incrédulos oídos;
vagarás vaticinando que algo nuevo hará el escritor
para alimentar tu ego y hacer revivir tus sentidos.
Calla, nada tienes que decir. Vive a tus maneras,
como viento descosido por los valles estrechos…
con sus agudos cantos golpeando todas las laderas.
No te detengas a reposar, sólo corre por mis lechos.
Cantaré Victoria, en silencio como tantas veces…
como el lánguido calor del día que es reversible,
y la noche de ruidos nocturnales cae sin creces
pero no impiden dormir, pues creer aún es posible.
Danilo Castaneda.
DANNTO
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